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Salinas Rosadas

 

PLas Cumaraguas es un sitio natural tipo salinas, ubicadas al noreste de la Península de Paraguaná, específicamente en el Municipio Falcón.

 

Su acceso es por vía terrestre. Presentan un espectáculo digno de ver en horas del atardecer, cuando el tanino que contienen las aguas que irrigan ese sector, les torna el color a rojizo. Posee excelentes playas para la práctica del Windsurf, donde se acostumbra hacer regatas internacionales.

 

En esta localidad se sitúa en los cortes de carretera entre las poblaciones de El Vínculo - Las Cumaraguas en los afloramientos del cerro El Alto donde HUNTER & BARTOK en el año de 1976 cartografiaron la unidad característicamente conglomerática. En estos terrenos son comunes las estructuras de "rundkarren" definidas como "sink-holes" en el tope de la unidad, los cuales constituyen morfologías de relleno con presencia de un conglomerado de fragmentos de cuarzo bien redondeado sustentado por una matriz arenosa rojiza.

 

La unidad de conglomerado está preservada en el tope de un acantilado marino excavado y presenta una base erosiva sobre sedimentos de edad Plioceno.

 

La fauna está caracterizada por restos muy fragmentados de moluscos y placas de equinodermos localizados en el contacto basal de la unidad.

 

De interés para aquellos amantes de la historia y de la fotografía nostálgica, a pocos metros del afloramiento se presentan las ruinas de la capilla y la antigua casa del Hato San Francisco, la cual perteneció inicialmente a la familia Garcés de la Colina y con posterioridad fue adquirida por el mariscal Juan Crisóstomo Falcón personaje relevante de la Guerra Federal, mientras era Presidente de la República.

 

Las Salinas de Cumaraguas son un gran atractivo para el turista pero también para los pobladores en especial los niños que venden grandes trozos de sal en las orillas de carretera a un módico precio, así evitas tomarla y colaboras con los jóvenes de la colectividad.

 

Esta es la tercera gran atracción turística de la península de Paraguana después de los Médanos de Coro y Blancos; y Cabo San Román, teniendo de cuarta sus playas.

 

Por el espectáculo que brinda el observar estas sales rosadas, es uno de los destinos que debes visitar en la península de Paraguana, ya que este tipo de salinas no son muy comunes, el ver los atardeceres y ese color de rosado es todo un espectáculo que no puedes perderte al visitar esta zona norte de Venezuela.

El viento de Paraguaná, es mi soplo del infierno, que quema el rostro de los árboles, que evapora, afila, que siembra en el alma partículas cortantes de sol, que tuerce la luz hace que la piel del aire se resquebraje y se retracte; y, sin embargo, cuando pasa a tu lado es un tierno cachorro que lame tus manos, una ovejita que baila en tus suspiros, una caricia que se desmaya en la playa.

Hugo Fernández  Oviol

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